Por. Daciano Ramirez Valerio
La mayoría del pueblo peruano nunca ha votado por la aplicación de una política económica neoliberal en el Perú, diseñada por el «Consenso de Washington». El expresidente Alberto Fujimori Fujimori con «Cambio 90» ganó en las elecciones al neoliberal Mario Vargas Llosa del FREDEMO en 1990; con un Programa de Gobierno de Centro Izquierda, rechazando el modelo neoliberal. Una vez tomado el Gobierno, mandó al tacho de la basura su Programa de Gobierno, al realizar el autogolpe el 5 de abril de 1992; reemplazando por un Programa de Gobierno sustentado con la política económica neoliberal fondomonetarista.
1.- Dictadura Fujimorista Instauró el Neoliberalismo en el Perú
Los resultados de diez años de gobierno de la dictadura fujimorista han sido desastrosas para la mayoría del pueblo; superando largamente las funestas dictaduras de Leguia, Sánchez Cerro, Benavidez, Odria y Morales Bermudez.
En Política Económica, retrocedieron del modelo de industrialización por sustitución de importaciones, al modelo primario exportador, sin valor agregado y la importación de bienes manufacturados de países capitalista desarrollados; destruyendo las fuerzas productivas en el país y multiplicando la desocupación y la sobre-explotación de los trabajadores. Esta política regresiva torpedió el desarrollo económico y social Perú: Liberalizó el comercio, la rebaja de los aranceles y la desregulación; destruyó el 50% de la capacidad instalada de la industria y quebraron miles de medianas y pequeñas empresas, quedando sin empleo más de un millón de trabajadores; arrasó los derechos de los trabajadores; con el D.L. 25593 se propuso eliminar las organizaciones sindicales, la negociación colectiva y el derecho de huelga; eliminación de la negociación colectiva por ramas de producción, afectando principalmente a los trabajadores de construcción civil.
De los 11,700 millones que formaban la PEA, 2 millones se convertieron en desempleados absolutos (9%) y 5,2 millones en subempleados (43%) y la precarización laboral alcanzó las dos terceras partes de la fuerza laboral del País.
La constitución fujimorista de 1993, terminó de liquidar el sistema de protección de los trabajadores, que había conquistado en grandes jornadas de lucha. Convirtiendo la legislación laboral más retrograda de América Latina, atentando incluso los convenios y resoluciones de la OIT.
La libre importación de productos agropecuarios, destruyó a la agricultura y ganadería nacional y la dependencia alimenticia de la población de las empresas transnacionales, principalmente norteamericanas. La política agraria fujimorista se refleja en la pobreza crónica de la población campesina y comunera, de cada 100 campesinos rurales 70 son pobres.
En la historia del Perú no hubo un gobierno más entreguista y traidora, como fue la dictadura de Fujimori, su política privatizadora, con el argumento de «inversión extranjera», vendió más de 70 empresas estatales más rentables y de valor estratégico a un precio de ganga, y los 9 millones de dólares que obtuvieron de esta venta no sirvieron para aliviar la pobreza, ni promocionar el desarrollo nacional; sino para el pago de la deuda externa y en negocios oscuros, con las cuales se enriquecieron la familia Fujimori y Montesinos.
Quedando desmentido en la práctica, que el mito de la inversión externa para el desarrollo ha sido un fracaso total. El capitalismo transnacional se benefició de las bonanzas y privilegios de la política económica neoliberal: más altas tasas de ganancias , exoneraciones tributarias, repatriación de utilidades, subsidios, desregulación y flexibilización laboral, etc. mientras quedaron miles de trabajadores despedidos arbitrariamente, alzas exorbitantes de servicios públicos y grandes utilidades de las empresas monopólicas y oligopólicas que no reinvirtieron en el Perú sus utilidades. Sería extenso narrar los efectos negativos de la política neoliberal capitalista en la población peruana.
2.- Gobierno de Toledo «Segundo piso del Fujimorismo»
El economista Alejandro Toledo Manrique, del Perú Posible ganó las elecciones presidenciales en junio del 2001, a la candidata neoliberal Lourdes Flores Nano de la Alianza Unidad Nacional; con un programa de gobierno de Centro Derecha. Una vez designado su primer gabinete ministerial influido por el Ministro Pablo Pedro Kuczynski Gordad acuerdan mantener el Proyecto Neoliberal, puesto en práctica desde 1990. Es decir estableció un gobierno fujimorista sin Fujimori, con el respaldo de la Alianza Unidad Nacional, APRA y Acción Popular.
El gobierno de Toledo fue típico continuista de Fujimori, él mismo se definió el «segundo piso del fujimorismo». Se mantuvieron invariables las políticas neoliberales diseñadas por consenso de Washington y la Constitución Neoliberal de 1993 mantuvo intocable la legislación laboral, encarpetando el Proyecto e la Ley General de Trabajo en el Congreso de la República, aprobado por el Consejo Nacional de Trabajo.
La economía, creció en proporción de 5% anual. Es decir, 25% del PBI en el quinquenio, las exportaciones se triplicaron, pasando de 7 mil a 20 millones de dólares, por la demanda de las materias primas y el alza de los precios, las reservas internacionales alcanzaron cifras records. Sin embargo los indicadores sociales se mantuvieron invariables: 52% de la población en situación de pobreza y una cuarta parte de ésta en extrema pobreza, 70% de la PEA desempleados y subempleados y la desnutrición infantil, alcanzó en las regiones andinas hasta 80% en los menores de 5 años. En cambio las utilidades de las empresas transnacionales se multiplicaron y se acentuó la concentración de la riqueza en un puñado de rico de la sociedad, mientras que los sueldos y salarios reales, han caído al nivel de la década de los 80 y se han deteriorado los servicios básicos de salud, seguridad social y educación. Se acrecentó la desnacionalización del patrimonio nacional y la subordinación del País a los intereses del imperialismo norteamericano. Pruebo de ello es la negociación incondicional de TLC con los EE.UU. Esto es solo un ejemplo.
3.- Gobierno Aprista Paladín del Neoliberalismo
Alan García Pérez, con el Partido Aprista Peruano para asumir la Presidente de la República, ganó en las elecciones del 2006, al nacionalista Ollanta Humala Tasso, con un programa de centro izquierdo, con el eslogan «Cambio Responsable». Que nunca ejecutó. Todo lo contrario, continuó aplicando la política económica neoliberal, con el slogan «Solo el mercado y la gran empresa salvarán al Perú» y en vez de «solo el APRA salvará el Perú»
Ofreció en su campaña electoral, «Cambio de modelo neoliberal», no lo hizo, formó la alianza Aprafujimorismo; ofreció restablecer la Constitución de 1979, no lo hizo; ofreció borrar la firma del ex presidente Toledo del TLC con EE.UU., no lo hizo; negoció la ratificación del TLC con EE.UU. en el parlamento norteamericano sin modificación alguna; ofreció libre desafiliación de las AFPs, no lo hizo, estableció, quien se retira y quien no de las AFPs; ofreció promulgación de la Ley del Trabajo, no lo hizo; continúa en el parlamento archivado el Proyecto, desde el gobierno de Toledo; ofreció suspender las privatizaciones, continúo privatizando; ofreció programas sociales, el pueblo, recibió migajas con los óvulos mineros. Es decir no atacó las raíces de la pobreza en el Perú, sino fue por las ramas, otorgando mendrugos como si el pueblo peruano fuesen mendigos. Mientras que los 18 monopolios económicos transnacionales se llevaron sus utilidades a sus matrices explotando a los trabajadores y contaminando el medio ambiente.
Estas son una de las modalidades de la dictadura de la democracia neoliberal en el Perú, de gobernar a espaldas de la mayoría del pueblo. Según la última encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica: solamente el 22% de la población opinan en mantener inalterable la actual política económica, el 69% opinan cambiar radicalmente o parcialmente la actual política económica del gobierno, por otra política económica que propicie el desarrollo industrial manufacturera que incremente puestos de trabajo, abandonado la política primario exportador de materias primas. Además el 56% de la población opinan que las actividades económicas deben estar en manos del Estado y el 26% plantean que las empresas privadas actúen en cualquier actividad productiva.
Estas opiniones del pueblo coinciden con el Programa de Gobierno del Partido Gana Perú, porque alienta el pluralismo económico: propiedad estatal, propiedad privada, y asociativos, dentro de una economía nacional de libre mercado como estrategia de desarrollo y no solamente de crecimiento económico. Por esta propuesta programática electoral, los candidatos neoliberales, con respaldo de algunos medios de comunicación escrita, desataron una campaña de guerra sucia, de terrorismo psicológico. Tratando de presionar al electoral que no voten por el líder de Gana Perú, tales como: «Ollanta el peón del ajedrez brasileño», «Revisar TLC con EE.UU. tumbará exportaciones y un millón de empleos». Todo lo contrario, la pluralidad de gestión económica proporcionará el desarrollo industrial independiente y soberano las utilidades de las empresas quedaran en el Perú, que generará más trabajo con un salario decoroso y una transacción comercial internacional equitativa, subvencionando los productos nacionales para competir, con éxito en el mercado internacional, así como lo hacen EE.UU. y otros países capitalistas desarrollados con sus mercancías de exportación.
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